Uno de los atributos del vintage es que recupera piezas con una historia detrás, a parte del carácter único que se le presupone, pues es muy difícil que te encuentres con alguien que lleve la misma prenda vintage que tú.
De ahí la fascinación que ha ejercido sobre la joven diseñadora de joyas Cristina Cerqueda, quien ha querido unir este carácter exclusivo de las joyas antiguas con el diseño rabiosamente contemporáneo de su estilo. Y es que ONE supone una atractiva fusión de ambos mundos en una piezas originales, por supuesto, no aptas para todos los bolsillos.
Después de tres años en su taller del paseo San Gervasio, ahora ONE ha inaugurado esta pequeña pero lograda tienda de dos pisos cerca de la plaza Francesc Macià. Un espacio elegante y refinado como sus joyas, que brillan expuestas en las distintas vitrinas que se suceden en el local. No os penséis que se trata de piezas antiguas y démodés; todo lo contrario, porque es tal la customización que sufren por parte de las expertas manos de Cristina que el resultado final poco tiene que ver con el original. Por ejemplo, yo me quedé fascinada por un collar de peridoto verde de varias vueltas, pues a su majestuosa presencia se le habían añadido dos preciosistas mariposas esmaltadas y decoradas con rubíes y esmeraldas de más de cien años de antigüedad. Una forma singular de dar una nueva vida a esta delicada muestra de joyería francesa cuyo resultado es simplemente espectacular.
Experta en joyas antiguas y con secretos proveedores, puede disfrutar de piezas de gran calidad y belleza. Un camafeo que formaba parte de una pulsera del principios del siglo XIX ahora sirve para decorar un anillo. O unas cabezas de animales en cristal de roca que pertenecían a unos collares franceses talla Lalique de los años 30 ahora se han utilizado para realizar originales gemelos en oro. Otras veces, el peso de la historia tiene menos influencia, como en el anillo de brillantes en forma de flor que sirve para ilustrar el post y cuyo rubí central es original de unos pendientes indios de hace cien años. Soprendente, exclusiva y refinada son sólo algunos de los adjetivos que se me ocurren para definir su trabajo. Aunque sólo sea para verlo, sin duda, merece la pena.
Experta en joyas antiguas y con secretos proveedores, puede disfrutar de piezas de gran calidad y belleza. Un camafeo que formaba parte de una pulsera del principios del siglo XIX ahora sirve para decorar un anillo. O unas cabezas de animales en cristal de roca que pertenecían a unos collares franceses talla Lalique de los años 30 ahora se han utilizado para realizar originales gemelos en oro. Otras veces, el peso de la historia tiene menos influencia, como en el anillo de brillantes en forma de flor que sirve para ilustrar el post y cuyo rubí central es original de unos pendientes indios de hace cien años. Soprendente, exclusiva y refinada son sólo algunos de los adjetivos que se me ocurren para definir su trabajo. Aunque sólo sea para verlo, sin duda, merece la pena.
Vía : DolceCity Barcelona: ONE, Restyling Vintage Comapany
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